En tiempos de crisis global sobre la biodiversidad, esta exposición reúne mujeres artistas destacadas de diferentes rincones del mundo para inspirar la jardinería sostenible y crear conciencia sobre la importancia de las plantas nativas para la biodiversidad, a fin de que puedan continuar el proceso natural en sus entornos. Las obras inéditas de las artistas están inspiradas en el ecosistema de su tierra natal o en los lugares que eligieron para vivir.
Este apasionante esfuerzo colectivo se centra en la ecología social, mental y medioambiental, conectando la salud humana con la medioambiental y planetaria, potenciando la salud emocional, la resiliencia y la adaptación a una Tierra más sana; vinculando así los derechos humanos y los de las especies.
Las artistas incitan a crear empatía y comprensión sobre la fatiga de la biodiversidad a través del compromiso intercultural. En esta exposición tienen una meta en común: están comprometidas con la sensibilización para el entendimiento social. Desde un jardín privado en Brandeburgo, Alemania, los Álamos de la Vega en Granada, España, los manglares de Puerto Rico, el Forest Park en Queens, Nueva York, el país más austral de América: Argentina, y hasta los inspiradores jardines autóctonos de Massachusetts. Esta colección de obras nos lleva a un contexto de comunión espiritual con “La Pachamama” - La Diosa Femenina de la Tierra y la Fertilidad, una divinidad agrícola benigna concebida como la Madre que nutre, protege y sostiene a los humanos y a la vida silvestre.
Las obras creadas para esta exposición exploran nuevas ideas en una variedad de medios, desde la cerámica, pintura, video, fotografía, instalación y dibujo hasta collage digital, representando así la biodiversidad de la tierra natal de las creadoras.
En cuanto a mi experiencia personal, explorar esta idea de trabajar con mujeres artistas, oradoras y comprometidas con el medioambiente, ha sido un viaje extraordinario. Ha enriquecido mi vida a través del conocimiento, la comunicación y la colaboración mientras nos unimos para crear conciencia sobre lo frágil que es la biodiversidad si no participamos en su protección para la próxima generación.
Desde 2020 he estado investigando y practicando jardinería sostenible en Massachusetts, donde vivo en la actualidad y aprendí sobre las plantas nativas del noreste de América. Veo a los polinizadores venir a mi jardín y es muy gratificante observar su arduo trabajo que damos por sentado mientras estamos ocupados en nuestra vida diaria. Desde entonces he compartido este conocimiento a través de mi arte.
Ya hemos desafiado bastante al Planeta; la biodiversidad está en crisis y nos corresponde a nosotros restaurar el daño. Los hábitats fragmentados pueden ser demasiado pequeños para satisfacer las necesidades de supervivencia de los polinizadores; sin embargo, un esfuerzo comunitario al elegir plantas autóctonas ayudará a sustentar la vida silvestre. El cambio climático, la contaminación, los pesticidas tóxicos, las especies invasoras y las enfermedades son las principales causas del declive de organismos vivos como las abejas, las mariposas y otros insectos. Su número está disminuyendo y su futuro es impredecible.
Los cuidados céspedes verdes de Estados Unidos, por más perfectos que parezcan, no aportan en nada al ecosistema, ya que la mayoría se mantienen con pesticidas. Los patios traseros y el césped ocupan más de 40 millones de acres estadounidenses, ocupando el 1,9% de la superficie terrestre de los Estados Unidos continentales, según estimaciones de imágenes satelitales de la NASA. "Los pastos de césped son el cultivo de regadío más grande del país". Mencionado en el Washington Post. Los mega patios verdes de edificios corporativos, campus universitarios, escuelas e iglesias, por ejemplo, pueden transformarse con prados o jardines nativos para brindar refugio y alimento a las especies. Esto debe abordarse de todas las formas posibles. A través de las voces de artistas, jardineros, eco-científicos y expertos en la materia, podemos despertar la conciencia en nuestras comunidades y cambiar la forma en que tratamos a nuestro planeta.
Las plantas nativas son la mejor opción porque sin polinizadores no tenemos futuro.
Todos estamos conectados en este ciclo de existencia.
LILIANA FOLTA
Artista interdisciplinar y Curadora independiente
Defensora de las plantas autóctonas
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