Fulgen Sabatier

Nacida en Ponce, Puerto Rico – 1970 – fruto de una familia multicultural. Madre, hija, artista y empleada de una empresa privada; ella trabaja todo a tiempo completo. Sus múltiples roles y funciones no limitan su búsqueda de libertad artística, ni su deseo de crecimiento profesional y personal. Su formación en las artes estuvo a cargo de varios maestros pintores, entre ellos José Azaustre Muró, Miguel Conesa y Jorge Romero. Tiene un Bachillerato en Comunicaciones de la Universidad del Sagrado Corazón, Santurce, Puerto Rico.

Su formación en el arte es continua y autodidacta. Su trabajo ha sido influenciado críticamente por el ambiente formal y sexista en el que creció. Siempre pendiente del papel de la mujer en la sociedad, por eso mantiene la figura femenina como protagonista de su obra.

Como hija del Caribe, está enamorada del majestuoso color azul. El azul, y sus habilidades de combinación siempre terminan en un fascinante nivel de deleite, pero la artista no se limita a trabajar en un solo color. Su currículum cuenta actualmente con más de 150 exposiciones colectivas e individuales, a nivel nacional e internacional. Muchas de sus piezas también se encuentran en colecciones privadas en Puerto Rico, Estados Unidos, Perú, Italia, Escocia, Suecia, Dubái y Corea, entre otros.

Statement

El huracán María azotó a Puerto Rico en 2017, los terremotos sacudieron mayormente la zona sur de Puerto Rico en 2020, y los crímenes ambientales que han ocurrido en estas tierras costeras se han resumido en total devastación. Esos desastres crearon una urgencia para educar y comunicar sobre la importancia de los manglares. Este asunto ha ocupado mi mente y mi lienzo. Me siento obligada a utilizar el color para denunciar la importancia de los manglares.

Con esta pieza me hago eco de los organismos y entidades para difundir la palabra de conciencia para salvar y cuidar nuestras costas en caso de más desastres naturales. Veo el horizonte como un norte, como el futuro. Los manglares son otro ecosistema importante para nuestra supervivencia y seguridad, y para muchas especies raras y coloridas.

Vivimos en el planeta azul, y sin azul: ¡no hay verde!

Como madre necesito dejar a mis hijos la mejor herencia: un planeta seguro.

Obras

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