Michaela creció y estudió en Alemania, obtuvo un doctorado en biología y llegó a Boston para seguir una carrera científica. Después, siguió su pasión de toda la vida por el arte y tomó clases de pintura en el MFA de Boston. Desde entonces, ha expuesto su obra en exposiciones colectivas y una individual.

Para mi arte, diseño imágenes que buscan visibilizar la contaminación plástica y el cambio climático. Trabajo con fotos y artículos de plástico para crear pinturas estéticamente atractivas que sutilmente abordan dos problemas muy complejos de nuestro tiempo. En "Primavera Desastrosa", la presencia de un árbol y un pájaro en la flor alude al aumento de las temperaturas en la Antártida. Algo que normalmente se percibe como bello aquí representa un grave peligro. Además, las botellas de plástico hacen referencia al alcance de nuestro estilo de vida insostenible y a la contaminación plástica asociada que se extiende por todo el planeta.