Como perfeccionista ¡Mi mente está constantemente repleta de conceptos y metas! Mi cerebro es muy activo y genera ideas. El collage lo calma. Cuando se trata de dar vida a las ideas, a menos que mi proyecto esté 100% conceptualizado, construido y aprobado en mi cabeza, no avanzo. Por supuesto, la vida no funciona de esta manera. Necesitas un primer paso y rara vez es perfecto.
Con el collage encontré una manera de evitar los objetivos. No sé qué tipo de imágenes voy a encontrar. No tengo idea de adónde quiero ir y de repente, al juntar elementos, ocurre la magia y aparece algo que no me pide actuar más, que aparece de la nada, completo, existiendo por sí solo.
El collage es un viaje por el mundo de las imágenes. Las persigo en mi rutina diaria. Cada paso fuera de mi casa es una nueva oportunidad para recolectar nuevos materiales que coincidirán con algunos que encontré anteriormente o me inspirarán para nuevas obras de arte. Revistas de diseño de interiores y moda, folletos, pero también libros de segunda mano me ofrecen su contenido que guardo tanto en mis armarios como en mis cajones mentales hasta que me hablan por algún motivo inesperado.
No tengo ninguna voluntad de pedir ninguna respuesta específica ante mi obra excepto una sonrisa o un flechazo. Creo firmemente que existen muchos artistas de collage talentosos, pero muy pocos son conocidos. Deseo que este arte pase a primer plano.
Aquí está mi aporte, cuando dejo de pensar.