EL RESTO ES MEMORIA

MARIELA BISKAI

“... Podría condensar en una simple fórmula el
movimiento de los grandes cuerpos del universo y del
átomo más ligero;
nada podría ser incierto y el futuro así como el pasado
estarían frente a sus ojos..."

Pierre-Simon Laplace

Mariela Castillo (Biskai) estudió diseño gráfico, fotografía e ilustración. Sus inicios en la pintura presentan una obra atravesada por la experiencia vital de sus viajes por Sudamérica y República Dominicana. La artista refiere un “despertar visual muy fuerte” a raíz del contacto con los aromas, la música, los colores, las semillas y los frutos de estas geografías.


En gran parte de la selección de esta muestra la selva colombiana se filtra tanto en los universos formales como en la composición misma. La profundidad compositiva se intensifica a través de capas y superposiciones. Los entornos impregnan las obras, la experiencia invade y gesta lentamente una técnica bien definida. Los viajes por estos países y la condición entonces nómade de la artista, la llevan a utilizar soportes de todo tipo que arrastran registros e historias precedentes. Los soportes encontrados se convierten en disparadores de sentido sirviendo -a su vez- de base a nuevos lenguajes formales y cromáticos. Estas superficies, con información e historia previa, marcan el estilo propio que la artista replicará posteriormente sobre el lienzo. La recolección y el respeto por la identidad de los materiales adquiere una importancia central en su práctica artística. La simultaneidad de capas y elementos van estableciendo diálogos y equilibrios dejando entrever un orden subyacente tras el caos aparente.


El barroco conjunto de relaciones visuales cobra especial relevancia en las obras en las que podemos identificar personajes. Estas figuras nacen del trabajo fotográfico de Santiago Mele, con quien Biskai compartió un proyecto focalizado en entrevistar comunidades andinas. De esas experiencias e intercambios surgen piezas que logran visibilizar la vivencia cultural y estética del encuentro. De este modo, su producción representa una imagen personal del conflicto contemporáneo entre lo global y lo local.


Toda la obra pictórica oscila entre la abstracción y la narrativa; refleja un proceso específico que alcanza la unidad en la complejidad. Sus trabajos trazan una lógica subterránea en la trama de evocaciones sugeridas: una amalgama de signos libres y lúdicos que invitamos hoy a explorar entre colores, texturas y sensaciones.



Verónica Parselis

VOLVER